En
el último año, la piratería del asfalto aumentó más de un 10 por ciento. No
sólo eso: aprendió a reubicarse y reestructurarse. La Mesa Interempresarial de
Piratería de Camiones es el encuentro semestral organizado por los abogados
penalistas Gabriel Iezzi y Víctor Varone, especialistas en seguridad ciudadana
y el mercado de seguros. A la Mesa asisten no solo ejecutivos de las mayores
empresas del país como NewSan o Nobleza Piccardo, sino también fiscales
especializados en la materia de la Procuración bonaerense, figuras jerárquicas
de la Policía Federal o de los ministerios de Seguridad de Nación y Ciudad así
fiscales del Ministerio Público como Cristina Caamaño.
El
encuentro es, en sí, una mesa de enlace, diseñada para analizar tendencias en
el delito y articular políticas. Su última reunión fue celebrada ayer en una
oficina céntrica, la más convocante hasta ahora con sesenta personas. Entre
ellas, hubo una voz con información al menos interesante.
El
fiscal Diego García Yomha, titular de la Dirección de Análisis Criminal y
Planificación del MPF, se encarga de centralizar información sobre el delito de
todo el país para establecer mapas y patrones. Ante la Mesa, García Yomha
presentó números en concreto como pocas veces se vieron con respecto a la
piratería del asfalto. Para su presentación, García Yomha sintetizó expedientes
NN de los últimos tres años en territorio porteño. Excluyó, por ejemplo, los
robos piraña a camionetas de pocas cajas de mercadería, una mecánica frecuente.
El fiscal contó 435 hechos en 2013 y 411 en 2015. En 2015, la piratería
repuntó: 458 hechos, un aumento de poco más de un 10 por ciento. El segundo
trimestre del año fue el más agitado, con 154 hechos.
El
delito no sólo incrementó, sino que también cambió de foco: Villa Soldati, de
acuerdo a los cálculos de García Yomha, es la nueva zona caliente. En 2013,
Pompeya era el principal punto de robos gracias a la cantidad de expresos
presentes en la zona: 51 ataques ese año, seguido por Villa Soldati con 43
hechos y Barracas con 26. El año siguiente, Soldati llegó a la punta con 69
hechos en total.
En
2015, el aumento fue dramático: 108 robos en la zona, con apenas 44 en Pompeya,
23 en Flores, 20 en Parque Patricios, 16 en Barracas y 14 en Parque Avellaneda.
En todos los hechos menos uno, hubo presencia de armas de fuego y una logística
de dos a cinco personas.
Varios
especialistas atribuyen el cambio a la intensificación de controles policiales
en Pompeya, lo que obligó a los piratas, usualmente delincuentes experimentados
con bandas altamente compartimentadas y una logistica de entregadores casi
siempre dentro de las mismas empresas a mover su escenario delictivo. Otros, a
lo que hay en Villa Soldati misma: la gran cantidad de depósitos de mercadería.
La
violencia es otro factor en alza. El abogado Iezzi evalúa la situación:
"Hay un aumento gradual en el indice de hechos, como asi tambien mayor
violencia de autores y algunas bandas conformadas por delincuentes 'no
profesionales' en la materia". El año pasado, fiscales bonaerenses
especializados en robo de mercadería como Adrián Arribas advertían una mayor
agresividad en ladrones. Que se dispare un arma en un hecho significa una
pérdida del control de la situación. Hubo un muerto la semana pasada, en un caso
que quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción Nº38 del doctor Lucio Herrera.
El
viernes 11, personal de la PFA fue desplazado a la calle San Antonio al 300 en
Barracas por un herido de bala: Raúl Zarate, policía retirado con rango de
inspector y vigilador privado, esperaba dentro de un auto con un tiro en el
pecho. Su compañero declaró que esperaban la salida de un camión de OCA al que
debían custodiar. En ese momento, cuatro hombres aparecieron para robarlo, lo
que devino en un cruce de disparos. Hubo siete vainas servidas de .9mm en la
escena
En
la Mesa Interempresarial, además del fiscal García Yohma, hubo otra presencia
llamativa: el fiscal Carlos Gonella, cabeza de la PROCELAC, invitado a la
reunión. Iezzi explica: "Entendemos que con el producido de los robos de
pirateria, se genera una operación de lavado de dinero, de ahí invitamos a
sumarse a la PROCELAC, quien se puso a las ordenes de las autoridades
judiciales y policiales que asistieron" Gonella se puso al frente de la
reunión y djo: "Hay que entender a la piratería como un delito
organizado". El fiscal explica a Infobae: "Aclaré inquietudes
respecto de la competencia para la investigación de casos de lavado de activos,
sea que el delito precedente sea o no de jurisdicción federal. Conté experiencias
positivas producto de buenas prácticas de articulación con el fuero criminal
para el abordaje de la problemática de los secuestros virtuales, propuse líneas
de trabajo con los fiscales de provincia, puse a disposición los recursos de la
PROCELAC para el abordaje temprano de la veta económica de las organizaciones
de piratas del asfalto y destaqué la importancia de articular con el sector
privado, como en este caso, por ser el que sufre directamente la
piratería".
Victor
Varone señala dos puntos salientes en la agenda: "Llegar a investigación
patrimonial de los integrantes de las bandas, tipificar penalmente el uso de
inhibidores de señales para robos de camiones y crear fiscalías especializadas
tal como existen en la provincia de Buenos Aires para el ámbito nacional".
Pero en la Mesa, aparte de propuestas, pueden oírse historias al menos
interesantes.
En
la reunión de ayer, un ejecutivo de una de las mayores empresas cárnicas de la
Argentina relató cómo meses atrás un camión Volvo Globetrotter contratado por
la firma debía mover más de 80 toneladas de fiambres, con un valor de un millón
de pesos, desde Rosario hasta la zona de Martínez. Un grupo de delincuentes lo
abordó a mitad de camino, a la altura de Río Tala, al sur del partido de San
Pedro para llevarse el camión mismo, que nunca fue recuperado, junto con el
lote de fiambre entero. El mes pasado, el dueño del camión recibió una extraña
notificación: una multa por exceso de velocidad del vehículo robado. Lo que no
quedó claro, para el ejecutivo del frigorífico que contaba esta historia, fue
si la multa era para el camión o apenas su patente.
Esta
anécdota fue apenas la punta del iceberg para ilustrar una nueva modalidad en
auge de la piratería del asfalto: el robo y duplicado de patentes, no solo de
camiones sino de semirremolques, con una banda en la provincia de Buenos Aires
investigada por esta misma mecánica.
Hubo
críticas cruzadas, incluso provenientes de fiscales: el estado general de las
cámaras de seguridad del Gobierno porteño fue uno de los principales puntos
calientes. "O no sirven, o no toman, o no funcionan", lanzó un
empresario. Funcionarios porteños como Santiago Schiapetto, subsecretario de
Seguridad, hablaron también del "anillo digital" que planea implementar
la administración de Horacio Rodríguez Larreta. Voces del Ministerio de
Seguridad de la Nación fueron menos esquivas y alertaron sobre un aumento de
robo de vehículos vacíos para cometer delitos y más asaltos a camiones de
cobranza porque "se aprendió cómo abrir más rápido las cajas de los
móviles". "El delito no baja", apuntó el mismo funcionario
jerárquico de la cartera de Gelly y Obes.