A 37 años del día que más que un triunfo electoral, No fue un día más. Fue la vuelta a una esperanza y una entrada a la vida.

 30 de octubre - DÍA DE LA RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA

Hay día que significan mucho y hay días que transitan en la insignificancia.

El 30 de octubre de 1983 se realizaron en todo el territorio argentino las elecciones generales para elegir Presidente y Vicepresidente de la Nación resultando ganadora la fórmula de la Unión Cívica Radical integrada por los Dres. Raúl Ricardo Alfonsín y Vìctor Hipólito Martínez que obtienen el 51,75% de los votos emitidos. El Dr. Alfonsín asumirá su cargo el 10 de diciembre 1983 marcando de esta manera el fin a más de ocho largos años de dictadura militar la cual sería la más terrible que haya vivido nuestro país signada no solo por la pobreza sino también por el secuestro, tortura, desaparición y muerte de miles de personas.

En la misma fecha también se eligieron todos los cargos ejecutivos y legislativos tanto a nivel nacional como provincial y municipal de todo el país.

“…que marchamos, que luchamos... para constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino. “

Fragmento del preámbulo de la Constitución Nacional con el que finalizaba los actos de campaña el Dr. Raúl Alfonsín en 1983.

Sin ninguna duda el 30 de octubre de 1983 tuvo y tiene muchas significancias y quedará grabado en la historia como un día con un gran significado, su trascendencia esta fuera de discusión.

La jornada de aquel día de octubre fue un estallido popular que se abría a la reconstrucción de la república con democracia plena.

El 30 de octubre de 1983 Raúl Alfonsín, candidato de la UCR, fue elegido presidente en las elecciones que marcaron el final de la última dictadura. 

Ese día Argentina volvió a ingresar en el concierto de las Naciones democráticas, también seria una bisagra con el pasado y comenzaría un esfuerzo por transitar dejar atrás un pasado de desencuentros, horrores y pesadillas. Se abrió un nuevo comienzo y una nueva esperanza.

Se dio comienzo a una nueva etapa la vida en Democracia.

Alfonsín supo hacer, desde lo discursivo, una ruptura total con el pasado reciente condenando de modo explícito a la dictadura militar en todas sus facetas.

Aunque la cultura popular lo haya proyectado como una figura asociada con el triunfo de la Unión Cívica Radical en 1983 y las nuevas generaciones y la Historia lo hayan erigido como el padre de la democracia argentina, Alfonsín es eso y mucho más. No solo para quienes conciben su gesta en la línea de los grandes prohombres que el radicalismo ofreció a la sociedad argentina: Alem, Yrigoyen, Alvear e Illia antes que él, sino también para innumerables políticos, intelectuales, hombres y mujeres que supieron apreciar en su persona y en su gestión los valores de una identidad partidaria puesta al servicio de la militancia como ejercicio de la vida política, y de esta para la construcción del Estado sustentada en el Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos


Lic. Javier Argolo.