Los principales referentes del Frente de Todos acordaron no acrecentar las diferencias ante el acuerdo con el FMI

 No puede haber señalamientos a los que voten en contra o se abstengan, pero tampoco se podrá criticar el acuerdo. El factor Máximo Kirchner inquieta al Gobierno de Alberto Fernández.

Alberto Fernández tuvo este viernes una agenda alejada del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El Presidente se quedó en la Quinta de Olivos y, a diferencia de otras veces, no recibió la visita de sus ministros, pero sí mantuvo reuniones políticas. En los próximos días, el jefe de Estado volverá a involucrarse en la negociación dentro de su propio frente en busca de que la votación en el Congreso no termine de romper la alianza electoral.

Los cruces dentro de la alianza que gobierna llegan de todos lados, pero solo La Cámpora los hace públicos: primero con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque y en las últimas horas con la publicación de un video en el que Néstor Kirchner critica al organismo internacional y otro video con el propio diputado en el que se recopilan fuertes declaraciones contra el FMI y Mauricio Macri. Estos movimientos son los que en las últimas horas y en las semanas siguientes, los principales dirigentes del oficialismo buscarán frenar con un pacto para que el Frente de Todos mantenga la unidad.

Esto involucra a los principales líderes de la alianza, pero también a cada legislador y funcionario. Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa tienen el desafío de sostener el acuerdo electoral sellado en 2019 y prometen que lo harán. Será la primera vez en dos años que el oficialismo avanzará en una votación dividida y esto no debe derivar en un quiebre del acuerdo que debe llegar al 2023 con candidatos competitivos.

Con su silencio y sonrisas en la Asamblea Legislativa mientras la oposición se retiraba del recinto, Cristina Kirchner dejó en claro que está dispuesta a sostener la alianza. Hubo un cambio de roles en la familia ya que antes era Máximo Kirchner quien debía hacer de mediador entre la fórmula presidencial lanzada en 2019. Hace las mismas críticas que su hijo al acuerdo y tiene el mismo desánimo sobre los próximos dos años de gobierno, pero en público sigue sin decir nada.

El Presidente también se calla, sobre todo cuando La Cámpora le juega en contra. Un video publicado el mismo día que se anunció el entendimiento con el FMI irritó a un Alberto Fernández que siente que sostuvo a Máximo K aún en los peores momentos, como cuando se frustró la votación del Presupuesto 2022. Pero esto no bastó y con el proyecto ya en el Congreso lanzaron otro registro fílmico. Esta vez es el propio diputado el que cuestiona al FMI con discursos de 2018, 2019 y 2021. “Había un lugar al que la Argentina no debía volver”, dice el legislador sobre la deuda de Mauricio Macri. “Primero está la deuda interna con el pueblo argentino”, advierte también en el mismo momento que acusa al organismo de financiar la campaña del ex presidente de Juntos por el Cambio.   

Pasó desapercibido porque su peso no es el de la agrupación kirchnerista, pero horas después de la publicación de La Cámpora que mostraba a un Néstor Kirchner con fuertes crítica al organismo internacional, el Grupo Callao que comanda el canciller, Santiago Cafiero, publicó un comunicado en apoyo al Presidente en el que se mencionó “al menos” dos años más de gobierno. Fernández está dispuesto a pelear la reelección y se los hace saber a sus socios a través de la agrupación que creó mientras se mantuvo alejado del kirchnerismo y del massismo.

Pero el jefe de Estado no llevará las diferencias al terreno público. La orden a sus funcionarios más cercanos  es de no confrontar y sostener la alianza. Incluso, nadie puede hablar mal de Máximo ni de los legisladores que critiquen el acuerdo, se abstengan o hasta voten en contra (hasta ahora, en el oficialismo solo cuentan como voto negativo el de Carlos Alderete).

El titular de la Cámara de Diputados ya comenzó a hablar con los legisladores propios. Busca minimizar el impacto que tendrá una votación transversal: Massa asegura que el proyecto saldrá con votos del FdT y de la oposición. “No puede haber señalamientos de ninguno de nosotros a quienes tengan otra posición”, fue la orden. Será la primera vez que en Diputados voten separados, pero el tigrense pone como antecedente el cambio de la Ley de reelecciones indefinidas en la Legislatura bonaerense. “Nadie nos señaló por haber votando en contra”, dice.

El objetivo es que al otro día de la votación no haya voces críticas por las abstenciones que puede haber en el oficialismo, pero tampoco voces en contra del proyecto que esperan aprobar. Aún necesitan el compromiso de Máximo Kirchner para que ordene a su tropa.

Los tres sectores coinciden en la necesidad de aprobar el acuerdo y cambiar el eje discursivo. La agenda deberá salir de esta discusión. Fernández buscará instalar la gestión mientras que el kirchnerismo insistirá en polarizar con Macri.

Sergio Massa va más allá y no pierde el optimismo de poder avanzar en la institucionalización del FdT. Busca sentar a discutir en la misma mesa a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner para garantizar el respaldo necesario ante las próximas medidas del Gobierno. Sin embargo, sus aliados no lo creen posible.

Al mismo tiempo que La Cámpora marca diferencias en las redes sociales, buscan, una vez más, calmar los ánimos y apuntan a la oposición: “el enemigo está afuera, no adentro”, dicen mirando a la Casa Rosada. Tiene que ver con la acusación por parte de un sector del oficialismo hacia Máximo por dejarlos sin Presupuesto. “Esta semana oposición se levantó y se fue cuando Alberto mencionó el tema de la Justicia y la deuda con el FMI. Fue lo mismo que hicieron cuando se trataba en Presupuesto. El levantarse e irse en ese momento no tenía que ver con el discurso de Máximo ni ahora con el de Alberto”, agregan.

Por estas horas hay otros diputados que no responden al kirchnerismo que sí hablan de una división interna. “Si no votamos juntos el acuerdo, yo no veo que podamos seguir sosteniendo la unidad”, dice uno de ellos, pero Fernández no los dejará moverse. Nadie está cómodo en el bloque con la actitud de Máximo Kirchner, aunque sus socios principales aseguran que el bloque seguirá funcionando como hasta ahora.

Massa repite que no hay posibilidad de ruptura. Garantiza la unidad mientras esté al frente de la Cámara de Diputados. Para eso, él y el titular del bloque, Germán Martínez, hacen un recorrido diario de consultas. Deben palpar el ánimo y soportar las quejas de muchos.